

Estamos viviendo uno de los momentos más difíciles a nivel mundial dando lugar a la confinación de la mayoría de las personas para que no se propague más.
Pero a todo esto debemos sacarle el lado bueno, incluso en una pandemia como esta. Así decidimos preguntar a muchas personas qué es lo que sacaban de positivo al confinamiento y las conclusiones fueron las siguientes:
COMEMOS MÁS SANO
Permanecer en casa implica comer más saludable ya que no tenemos acceso tan fácilmente a comidas que no son necesarias como son las relacionadas con el “picoteo”.
Además, el hecho de no comprar regularmente da lugar a que te adaptes con los que tienes y así poder crear nuevos platos. Enlazando ésto último con el hecho de tener más tiempo, genera que cocinemos más, que podamos introducir a nuestros pequeños en la cocina, perder miedo a hacer platos más elaborados, disfrutar del proceso y, sobretodo, que valoremos lo importante que es comer de manera saludable..
IMPORTANCIA DEL EJERCICIO FÍSICO
Mientras haces ejercicio físico tu cuerpo comienza a segregar hormonas realmente beneficiosas para tu cuerpo y mente. Veamos algunas de ellas:
- Endorfina. Conocida también como “la hormona de la felicidad”. Se encarga de estimular las áreas cerebrales que producen placer al organismo y disminuyen la sensación de dolor emocional.
- Adrenalina. Esta es la encargada a que tengamos “un subidón” de energía. Producir dosis controladas de Adrenalina hace que nos sintamos vivos y con espíritu joven.
- Hormona de crecimiento. Ayuda a aumentar el volumen de músculos, hueso y colágeno.
- Hormona Antidiurética: Cuando realizas un actividad física, se segrega esta hormona que es la encargada de absorber los líquidos de la vejiga. Por eso, cuando haces deporte tienes la sensación de ir al baño continuamente.
Aunque este periodo de cuarentena parece que haya limitado el acceso al deporte (debido al cierre del gimnasios o la actividad al aire libre) no ha hecho disminuir la práctica, sino todo lo contrario. Según las estadísticas, muchas personas que no hacían deporte, han comenzado a iniciarlo de diferentes maneras como caminar por la terraza, correr por casa, bailar zumba, practicar yoga o incluso hacer bicicleta con esa bici estática que teníamos guardada en el trastero. Además, las que ya eran asiduas se han adaptado a nuevas formas de hacerlo (como es la nadadora Yuliya Efimova que “nada” en la cocina de su casa).


Estudios corroboran que para que una actividad se convierta en un hábito, sólo necesitamos realizarlo 21 días seguidos. Sabiendo de antemano los beneficios que nos ofrece y viéndolo con nuestros ojos, sería una buena oportunidad para mantenerlo en nuestra vida cotidiana, y no solamente en este periodo.
TIEMPO PARA NUESTROS HOBBIES
Cuántas veces hemos dicho la frase: “Si tuviera más tiempo, me dedicaría a…”. Ahora está siendo una buena oportunidad para poder practicar esas cosas que nos gustan como es iniciar un idioma, tocar un instrumento, cocinar, ver series, hacerse la manicura, escuchar música, hacer manualidades solo o con los pequeños, etcétera.
Pero lo que más ha llamado la atención es que muchos han valorado volver a coger un libro e incluso argumentan que “se han enamorado otra vez de la lectura”.
MENOS CONTAMINACIÓN
La Agencia Espacial Europea (ESA) difunde imágenes vía satélite donde se observa una reducción del 50% en los niveles de Dióxido de Nitrógeno (NO₂), sustancia nociva emitida por los vehículos de gas y centrales industriales, que tiene efectos significativos en la salud humana perjudicando sobre todo a los enfermos con patologías respiratorias y cardiacas, además de empeorar los síntomas de los alérgicos.


Paralizar el transporte y gran parte de la industria hace que el aire mejore hasta un 60%, en otras palabras, el aire está más limpio. Esto nos podría hacer reflexionar a que quizás deberíamos cuidar más nuestro planeta simplemente cambiando hábitos que faciliten la reducción del NO₂ como sería usar más el transporte público u otros transportes no contaminantes.
MÁS COMUNICACIÓN
Imagino que algunos de vosotros os deben resonar expresiones como: “Desde el confinamiento hablo más con mi madre/padre/abuelos” o “estoy hablando con gente que hace tiempo que no tenía contacto” o quizás “hablo con el vecino de arriba que nunca lo habíamos hecho anteriormente” o incluso “los domingos nos tomamos un vermut con los vecinos en los balcones”.
El catedrático de Periodismo y Comunicación de la UAB Jose M.Pérez Tornero afirma que “el confinamiento nos hace conscientes de la necesidad del contacto físico” potenciando así más comunicación con los nuestros. Como dice el dicho:”No valoramos hasta que lo perdemos”, pues de alguna manera nos encontramos limitados a poder relacionarnos y recurrimos a otras otras vías de comunicación como serían las videollamadas para mantener e, incluso en muchos casos, potenciar dichos lazos.
La recuperación de antiguas amistades es porque al salir de la rutina del contacto y crecer la distancia con los amigos más cercanos, nos hace tener una visión de distanciamiento con todos los seres humanos. Es decir, personas que no tenías contacto por muchos años se igualan a aquellas que ves asiduamente.
Otro aspecto no menos importante es la convivencia familiar que está generando lazos de comunicación que difícilmente se podían crear en el día a día. Nos encontramos con una gran cantidad de ejemplos como hablar con más tranquilidad con nuestros hijos, tener más comunicación con nuestra pareja, hacer actividades en familia, comer juntos en la mesa, e incluso jugar más con ellos (no olvidemos que el juego es pura comunicación).
SOMOS SERES ADAPTATIVOS
Como dijo Darwin, los seres humanos somos seres que nos adaptamos al medio. Esto lo podemos observar en distintos aspectos como crear un pequeño mundo de rutinas dentro de nuestra propia casa. Obviamente éstas serán más flexibles que las que llevamos en una vida regular ya que estar encerrados no es tarea fácil y a veces es necesario romperlas.
Es un buen momento para que nosotros mismos valoremos el esfuerzo que estamos haciendo al adaptarnos a la situación, además de comprender a los que están a nuestro alrededor.
UN REGALO: TENER TIEMPO
“Vi tantas liebres correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido”


Tenemos una forma de vida donde estamos acostumbrados a obtener las cosas de forma rápida e inmediata, haciendo que no saboreemos lo que nos va sucediendo en el camino. Esta vida con prisas da lugar al estrés, estado físico que nos perjudica tanto física como mentalmente. Esto ha hecho que aparezca un movimiento llamado “movimiento slow”(lento en inglés), que se originó en los años 80 como protesta por el establecimiento de un restaurante de comida rápida en una ciudad italiana. Este movimiento que se inició con dicha queja se transformó en una filosofía de vida donde propone tomarse la vida más relajada creando así más momentos de calidad y de vivir el presente.
El COVID nos ha empujado a la mayoría de la población, a permanecer confinados, y además a que tengamos más tiempo. Muchas personas verbalizan que estas semanas “han bajado el ritmo de sus vidas” aprendiendo a practicar la paciencia y a disfrutar su tranquilidad. Otros observan que sus hijos disfrutan al no tener tantos horarios establecidos, también sentirse ayudados con los deberes sin presión o simplemente poder dormir más.
Ver más información del Movimiento Slow.
SOMOS SERES SOLIDARIOS
Durante estos días hemos visto muchas demostraciones de solidaridad entre nosotros, ya que en el fondo los seres humanos poseemos una cualidad que aflora en los momentos más difíciles, especialmente cuando atacan a nuestra propia especie.
Es emocionante como muchas personas se implican para ayudar. Veamos algunos ejemplos:


Aplauso global cada día a las 20.00, tejer mascarillas de manera gratuita, hacer la compra para los más vulnerables, plataformas solidarias para hacer compañía (#ZGZAyuda), planes culturales gratuitos, proyecciones de frases positivas, apoyo a las personas que han perdido a sus seres queridos, taxistas que llevan a los sanitarios de manera gratuita, y así un sinfín de ejemplos que demuestran como los seres humanos tenemos la capacidad innata de empatizar con los demás.
MOMENTO DE REFLEXIÓN
El tiempo implica reflexión, ya sea para querer hacer pequeños cambios en nuestras rutinas como es practicar más ejercicio, ahorrar para estos imprevistos o bien “vivir más con menos”. Incluso es un buen momento para pensar en lo que queremos, disfrutar de pequeñas cosas, tener más tiempo para definir nuestras metas, trabajar en nuestro desarrollo personal e incluso ver la soledad como un estado positivo.
Pero también esto genera reflexiones más profundas como es el hecho de darnos cuenta de lo insignificantes que somos y que probablemente es un momento para meditar que lo que está sucediendo es una señal para que seamos conscientes que necesitamos hacer algunos cambios en nuestras vidas con el fin de que el mundo funcione mejor.


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