La mayoría de los padres piensan que deberían dejar de gritar a sus hijos pero luego, sin darse ni cuenta, se sorprenden a sí mismos recurriendo una y otra vez al grito. Parece que nuestros hijos no obedecen hasta que, hartos de repetir la misma orden, se la gritamos. Es verdad que el grito llama su atención en un primer momento, pero a la larga dejará de tener efecto y entonces ¿qué haremos? ¿Gritar más fuerte, gritar más rato, vivir a gritos?
Muchos adultos quieren proteger a sus hijos de la muerte de un ser querido y por tanto del malestar y del sufrimiento que este provoca y por ello a veces se les oculta a los niños los hechos como puede ser el fallecimiento de un amigo o familiar.
Muchas veces los padres no sabemos cómo afrontar esta situación y algunas de las respuestas que decimos a nuestros hijos preocupados por lo que ocurre son: “el abuelo se ha ido de viaje”, “la abuela está con los angelitos” o “ahora no pueden ponerse al teléfono” entre otras.
Es mejor que no se actúe así, en cambio, se debería explicar a los niños lo que ha pasado pero siempre con palabras que ellos pueden entender y comprender y así les ayudaremos a entender los miedos que puedan sentir.
Los niños son curiosos y se preocupan por las situaciones que ven y ocurren a nuestro alrededor, no entienden lo que ha pasado con su amigo, familiar, abuelo, etc… y porque todos a su alrededor se muestran apenados y tristes.
El duelo en los niños es diferentes del de los adultos y depende también de la edad que tengan y de la forma en que los adultos les informen de la situación.
Generalmente, los adultos tienen muchas dudas a la hora de explicar estas situaciones y algunas veces pueden confundir más a los menores.
Muchos padres lógicamente en casa tienen un ordenador y tienen internet para que sus hijos aprendan ya que esto es un gran recurso educativo. Pero poco a poco, los menores no utilizan internet solamente para ayudarse en las actividades de la escuela o buscar información sino más bien a los menores lo utilizan, sobretodo, para chatear con los amigos, desconocidos y jugar con los compañeros por las redes.
Además el uso de ordenadores e internet siempre se relaciona con el tiempo libre de niños y adolescentes, aunque también hemos de tener en cuenta el uso de la televisión, las Tablets, los videojuegos y videoconsolas entre otros.
Suelen pasar horas y más horas conectados en las redes y por el contrario dejan de realizar otras actividades.
Por todo ello es importante que valoremos que los excesos, en todas sus vertientes, pueden ser perjudiciales y se ha de buscar un equilibrio entre lo que quieren los padres, lo que quieren los hijos y sobretodo sus necesidades en el ámbito educativo y personal.
ALGUNAS DE LAS ORIENTACIONES PARA BUSCAR UN EQUILIBRIO
Para que los padres ayuden a buscar un equilibrio y tengan una educación correcta las orientaciones serían:
No se ha de prohibir la conexión ni la utilización del ordenador ni de internet, sino de regular su conexión. Las nuevas tecnologías son una buena herramienta y se debe aprender a utilizarla debidamente.
Recomendamos establecer tiempo de conexión al día y por tanto regular el uso al ordenador y a internet y que el menor lo respete.
Dejarle que se conecte una vez ha cumplido con sus obligaciones: deberes, extraescolares, responsabilidades de casa entre otras.
Ofrecer alternativas al tiempo de ocio y que elija cuales quiere realizar.
Un nuevo miembro se incorpora a la familia y todos hemos de hacer un esfuerzo para adaptarnos a la nueva situación en casa, y a menudo, los celos aparecen como una respuesta evolutiva normal entre hermanos, ya que éstos tendrán que compartir con una tercera persona el afecto y atención de sus padres.
Hoy en día, son muchos los matrimonios que, después de varios años de convivencia, deciden seguir cada uno sus vidas por separado.
Esta situación en si ya es complicada tanto a nivel emocional como organizativa y económicamente, pero cuando existen hijos todavía se vuelve aún más complicada.
Puede ocurrir, aunque lo hagamos sin querer, que los hijos salgan mal parados en estas situaciones debido a que los progenitores se dejen llevan por sus sentimientos y actúen de una determinada forma que hagan daño a los niños.
Para los niños la situación de que sus padres se separen ya es dolorosa de por si como para hacerlo aún más traumática.
Suele pasar que un niño que sufre acoso escolar le cueste contarlo a sus padres, tutores etc.… en ellos hay un sentimiento de vergüenza, inseguridad y hasta sentirse inferior. Todo esto hace que generalmente el niño sufra estas agresiones en silencio.
Es muy importante que los adultos, tanto padres como profesores sepan actuar frente a determinadas pistas que el menor nos pueda ofrecer.
¿QUÉ ES EL BULLYING?
Según Olweus: “Un niño es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva otro alumno o varios de ellos”
SE PUEDEN CLASIFICAR EN:
FÍSICO: empujones, patadas, agresiones…
VERBAL: insultos, motes, menosprecio en público…
PSICOLÓGICO: acciones para disminuir la autoestima del niño y generar inseguridad y temor.
SOCIAL: aislar al individuo, ignorarlo, rechazarlo, aislarlo y excluirlo del grupo.
Generalmente, estas situaciones ocurren frecuentemente y es difícil para el estudiante que está siendo intimidado defenderse por sí mismo.
SE HAN DE DAR 3 CARACTERÍSTICAS:
La intencionalidad del comportamiento agresivo y de “querer hacer daño”.
La repetición de los hechos, aunque ocurran fuera del horario escolar.
Desequilibrio de fuerza o poder, ya sea a nivel psicológico, social o físico.
En muchas casas con hijos/as la hora de las comidas puede ser uno de los momentosmás conflictivos del día, sobre todo si el niño no quiere comer bastante, si come solo algunos alimentos o se hace eterno el momento de comer delante del plato.
¿POR QUÉ NO COME NUESTRO HIJO?
Cuando un niño deja de comer puede que nos esté explicando sin palabras algunas dificultades de adaptación en su vida o que algo anda mal. En determinadas edades no saben o no pueden expresarnos cuando quieren conseguir algo importante para ellos o cuando quieren llamarnos la atención.
La mayoría de las veces, este problema se resuelve de forma espontánea pero en algunos casos hemos de buscar maneras de solucionar este problema.
HEMOS DE TENER EN CUENTA QUE :
Es absolutamente normal que hayan niños que comen menos que otros y por lo tanto no hemos de comparar entre hermanos, primos y amigos.
También es normal que algún niño pase por algún tiempo de inapetencia, siempre y cuando este no sea excesivamente largo.
Generalmente es el pediatra que el que tranquiliza a los padres descartando que no padezca ninguna enfermedad y a la vez teniendo en cuenta que éste se sitúe dentro de la normalidad las estadísticas de tallas y peso.
Siempre los padres deben mantener la calma ya que a veces el nerviosismo de estos puede hacer dificultar más la hora de comer.
Uno de los aspectos esenciales en la autonomía del niño es la aportación temprana de tareas domésticas en casa. Si iniciamos dichas actividades en edades precoces, haremos que se minimicen los problemas en la etapa de la adolescencia ya que aquí ellos tienden a no querer hacer muchas cosas; pero si están acostumbrados, no se darán tanto estos inconvenientes.
Al acabarse la escuela por un lado nos proponemos descansar pero por otro es importante organizarse de cara al curso que viene. Ello implica también escoger las actividades extraescolares para nuestros hijos/as.