Es el eterno debate. Cada semana vemos en los medios alguna noticia relacionada con este tema y por las redes sociales corren vídeos muy chulos sobre esto.
Yo creo que el debate no debería centrarse tanto en el sí o en el no si no en el cuánto y el cómo. Es decir, ¿traen tantos deberes que cada día necesitan un par de horas para hacerlos? ¿Son deberes que podrían realizarse en clase o se trata de buscar información en otros medios y ampliar conceptos trabajados en clase?
España es el país de la Unión Europea donde más horas de deberes se tienen. En Francia los padres hicieron huelga de deberes. Es un tema que a padres y profesores nos preocupa cada día, porque cada día sufrimos esas horas extra de nuestros hijos.
Estas preguntas serían un buen termómetro para medir los deberes de nuestros hijos. Por lo tanto, lejos de dar una respuesta sencilla a este dilema, vamos a describir lo que, bajo mi punto de vista y el de otros profesionales de la psicología y la pedagogía, serían unos deberes saludables. Y para ello, lo primero que debemos tener en cuenta es qué objetivos se persiguen en la realización de tareas escolares en casa.
OBJETIVOS Y BENEFICIOS DE LOS DEBERES
- Genera una serie de hábitos y actitudes relacionados con la capacidad de trabajar de una manera autónoma, de formar un sentido de responsabilidad por el aprendizaje y de manejo del tiempo. Los deberes generan hábito de estudio, obligan al niño/a a organizar su tiempo libre. Pero para ello, deben ser proporcionales a la edad y madurez de los alumnos, porque si se exceden, acabarán siendo los padres, los que organicen el tiempo de sus hijos y éste no es el objetivo que se persigue.
- Mejora el pensamiento crítico, la formación de conceptos y el procesamiento de la información. El trabajo fuera de la Escuela fomenta el que el alumno piense y reflexione lo que ha visto en clase y procese esa información de otra manera. De no ser por los deberes, no volvería a pensar sobre eso.
- Mejora el rendimiento académico del alumno. Ampliando conocimientos trabajados en clase, repasando conceptos o acabando tareas que no han podido hacer en horario escolar.
- Favorece que las familias se involucren en el aprendizaje de sus hijos. Se involucren no se fundan, como pasa en muchos hogares españoles y del resto del mundo. Pero cuidado, esto no significa que les hagamos los deberes:
La implicación parental en relación a los deberes es mejor cuanto más se centre en incrementar las condiciones motivacionales y de soporte afectivo y menos se centren en la ayuda a realizar los deberes. Es decir, que los padres no debemos hacer sus deberes, nuestra ayuda debe ir más encaminada a la motivación (qué bien haces las cosas, qué bien te ha salido esto, me gusta como has hecho esta crónica,…) y al acompañamiento (estar cerca cuando hacen deberes, ayudarles cuando se angustian, prestarles atención y apoyo).
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBEN TENER LOS DEBERES PARA SER EFICACES?
Tiempo dedicado
Según un estudio de la Universidad de Oviedo (José Carlos Núñez Pérez Departamento de Psicología Universidad de Oviedo), el tiempo de deberes en casa debería ser de 10 minutos por año de escolarización, o sea, 10 minutos en primero de primaria, 50 minutos en quinto de primaria y así sucesivamente.
Tareas relacionadas con lo trabajado en clase
Es importante que se trabaje sobre los conceptos que ya se han visto y que se
explique bien cómo hacer la tarea, incluyendo la provisión de ejemplos y estrategias específicas.
Incluso que se ofrezca a los estudiantes tiempo para iniciar la tarea en clase, se compruebe la comprensión y se preste asistencia antes del final de la clase para asegurarse que se ha entendido y que tienen muy claro las expectativas para cada asignación.
Se asigne tareas ajustadas al nivel de desarrollo de cada alumno
Es importante no excederse en el nivel, que no supere las capacidades del alumno porque si no será el padre/madre quién asuma el rol y organice las tareas. Se trata de fomentar su autonomía y eso solo lo podré hacer si pongo el escalón justo a la altura del pie del alumno, tarea nada fácil.
Tareas que fomenten la reflexión, el pensamiento crítico y las habilidades de autonomía
Los deberes tendrían que huir de hacer el ejercicio 2 y 3 de la página 53 e ir más en la dirección de búsqueda de información sobre un tema trabajado en clase o inventarse una crónica que contenga las palabras trabajadas en ortografía o buscar fotos que le recuerden a la vida de tal personaje. En definitiva, tareas que fomenten la creatividad, la búsqueda de información, la reflexión y el pensamiento individual y la propia aportación-opinión sobre las cosas. El ejercicio 2, se puede hacer en clase. Esta debería ser la tendencia, aunque en la variedad está el gusto.
Todos hemos hecho deberes y la gran mayoria no nos hemos muerto ni convertido en unos paranoicos. Creo que estamos abusando del proteccionismo hacia nuestros hijos/as.
Por supuesto que deberes sí. No se trata de trabajo sin más, tienen todo un sentido y objetivo, tanto académico como actitudinal.
Yo tengo clarísimo que cuando no traen deberes, les pongo yo. De hecho este curso la seño apenas pone nada para casa y las madres se están planteando pedirle que ponga más porque la actitud de los niños está empeorando en tanto que reina el pasotismo extremo, y se refleja también en las tareas del hogar, en las contestaciones a los padres…