El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar (Theophrastus)
El otro día mi hijo me dijo una frase que me hizo reflexionar y fruto de eso, nació este post:
“mamá, qué rollo !! las tardes pasan volando y no me da tiempo de nada”.
Yo recuerdo las tardes de mi infancia al salir del colegio de manera muy distinta, yo las recuerdo muuuuuy largas, tenía tiempo de merendar viendo la TV, jugar y hacer deberes. Mi percepción era otra. Después cuando creces, el tiempo empieza a volar y te da la sensación de ir demasiado deprisa. Pero en la infancia esto no pasa o eso creía yo.
Y resulta que mi hijo ya tiene esa sensación adulta de que el tiempo pasa demasiado rápido y que no tienes tiempo ni de vivir. ¿Qué ha cambiado? ¿Es esto lo que quiero para mis hijos?
Y la respuesta es NO, no quiero esto para mis hijos, pero ¿qué puedo hacer?
Después de pensar en las cosas que hacen que el tiempo vuele, llegué a la conclusión de que tener las tardes llenas de actividades no ayuda. Correr por las mañanas para llegar al colegio o llenar el fin de semana de cosas que hacer tampoco.
Así que estos son algunos de los cambios que voy a poner en práctica cara al curso que viene:
Pocas actividades extraescolares
Mañanas relajadas. ¿Cómo empiezas el día?Tres extraescolares a la semana van a ser mi límite. Entre todos decidiremos qué actividades son las mejores y las que más nos gustan. El resto fuera. Necesitan tener tardes libres de lunes a viernes.
Añadir una actividad de meditación
Fines de semana libres
Y cuando llega el fin de semana…..está lleno de actividades y seguimos teniendo que correr para salir de casa. Partido de fútbol a las 10h, comida familiar a las 14h y tarde de cine…¿Cuántos fines de semana os quedáis aburridos en casa? Si la respuesta es pocos o ninguno, hay que hacer algún cambio. Cuando nos quedamos en casa, enseñamos a nuestros hijos que también se puede disfrutar del hecho de no hacer nada, de no tener prisa, de jugar tranquilos con esos juguetes que nunca tienen tiempo de usar…Es un buen aprendizaje, sobre todo en una sociedad de consumo (salir a comer, ir al cine,…) dónde el entretenimiento supone un coste.
Aprender a aburrirse (rebajar la sobre estimulación)
Los fines de semana libres son un buen momento para practicar el aburrimiento. Los niños de este siglo son niños sobre estimulados, todo lo tienen a un click y no hay que esperar para conseguir nada. Todo esto, mal llevado, puede tener efectos negativos en el futuro.
De acuerdo con los estudios realizados por el grupo de investigación «Neuroplasticidad y Aprendizaje», de la Universidad de Granada (UGR), coordinados por Milagros Gallo, la sobre estimulación puede afectar al aprendizaje.
El exceso de estímulos genera en los niños -como en los adictos a las drogas- un nivel de «tolerancia», es decir, llega un momento en el que los estímulos ya no generan la misma satisfacción, por lo que es necesario buscar más.
Como padres, creo que es nuestra misión enseñar a nuestros hijos a aburrirse y a desarrollar así su creatividad.
Tiempo para observar
CONCLUSIONES
Nuevos tiempos, nuevas necesidades. “La inteligencia es la capacidad que tiene el hombre de adaptarse al medio” y si queremos desarrollar bien nuestro papel como padres debemos enseñar a nuestros hijos a adaptarse de la mejor manera. Vivimos en la sociedad del ya, del rápido-rápido, del no esperar, del todo a un click…Todo va demasiado rápido, por eso debemos aprender a parar. Recuerda que nosotros somos modelos de conducta, si no somos capaces de parar, ellos tampoco lo harán. Vivir más despacio es posible y lo puedes ver en nuestro post.
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