La pena es que nadie nos dice que ellos tienen unos derechos que nosotros debemos respetar y ya que ellos no pueden por sí mismos, también debemos hacer que los demás adultos los respeten.
Por eso hoy he decidido dar voz a l@s niñ@s y hacer públicas sus peticiones:
1. No me pegues nunca
Cuando me pegas, te tengo miedo y después me lleno de rabia. No entiendo por qué alguien a quien tanto quiero me hace daño. Me enseñas a solucionar las situaciones con violencia y eso es lo que haré cuando llegue a la adolescencia. No me enseñas nada, solo a sentir rabia y odio. Y si alguna vez, cegado por tu propia rabia, me pegas, pídeme perdón y entonces entenderé que no querías hacerlo, que tú también te equivocas y que me respetas.
2. Si lloro escúchame, algo me pasa
Dejarme llorar no me ayuda a crecer, me llena de tristeza y me siento solo/a. Si me dejas llorar no solucionamos el problema y me estreso. Muchas veces no sé expresar lo que me pasa y entonces lloro, necesito que tú pongas palabras a mis pensamientos y besos a mis lágrimas.
3. Deja que cometa errores
Así es como aprendo. Si me quitas la oportunidad de fallar, no me dejas crecer ni aprender. Cuando me sobreproteges me empequeñeces.
4. Juega conmigo
5. Ponme normas y límites
Esto sí me ayuda a crecer. Me enseña cuál es el camino que debo seguir. Si no me poners límites no sé qué esperas de mí. Tus normas son mi brújula, sin ellas voy muy perdido/a y eso me genera ansiedad y miedo.
6. Déjame que hable y opine
Cuando me dejas decidir pequeñas cosas de mi vida, me siento bien, me siento más mayor y me lleno de orgullo. Si puedo elegir la fruta que quiero de postre o me pides la opinión sobre el plan del sábado por la tarde, me haces sentir que soy importante para tí. Cuando me tratas como un miembro de la familia sin voz, me siento anulado/a y me entran ganas de reivindicar mi individualidad.
7. No me etiquetes ni me compares
Soy único/a. No puedes compararme con nadie. Cuando lo haces, lo que veo es que no me valoras por lo que soy y que además te gustaría que fuera como otro/a. Eso no me motiva a mejorar, me pone muy triste. Si me etiquetas creo que eso forma parte de mí y no es modificable. Si me dices que soy malo/a no me das opción al cambio. Si me dices que hoy me he portado mal, quiere decir que puedo hacerlo mejor.
8. No soy malo/a
Detrás de mi mal comportamiento siempre hay una necesidad, pero como no sé expresarlo…A veces simplemente es que quiero tu atención.
9. Bésame y abrázame
¡Me haces sentir tan bien! Me gusta sentirme querido/a, me da seguridad y confianza. Todo lo que tú me quieres ahora se convertirá en lo que yo me quiera a mí mismo/a de adulto/a.
10. Necesito estar contigo
Ahora eres lo más importante de mi vida. Siempre quiero estar contigo y no entiendo que tú a veces no quieras. Cuando me dedicas tiempo me siento tan feliz y cuando te vas a trabajar pero me dices que desearías quedarte conmigo veo que tú también quieres estar conmigo.
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