Otro cambio que encontramos es que el niño/a quiere diferenciarse de sus padres. Esta actitud nueva la manifestará con cambios de imagen, jerga característica a su grupo de edad, los cuales suelen ser un conflicto entre padres e hijos.
Aunque quieran libertad todavía no son suficientemente adultos para tener una independencia completa. Ellos también necesitan unas normas y límites claros para sentirse seguros. Por eso, es fundamental que como padres no perdamos la comunicación con nuestros hijos ya que el correcto uso de ésta es la herramienta fundamental para una buena relación con ellos. Vamos a mencionar algunas pautas para poder comunicarnos mejor con nuestro adolescente:
1. Decide el lugar y momento apropiado
Si tenemos que discutir con él para pedirle explicaciones sobre algo que ha dicho o hecho, espera a estar a solas con él. En cambio, si lo vas a elogiar a veces es bueno hacerlo delante de personas significativas.
Si ves que no es el momento para discutir o simplemente se te ha escapado de las manos las discusión, usa frases como: “Si no te importa podemos seguir hablando de esto en…más tarde”.
2. Escúchale
3. Empatiza
Empatizar nos referimos a ponernos en el lugar del otro y hacerle saber que le hemos entendido.
Después de haberle escuchado atentamente su opinión, iniciaremos nuestra conversación con el adolescente haciendo un breve resumen de lo que ha dicho usando frases como: “Si no te he entendido mal…” “pienso que debes sentirte bastante enfadado por….” “Entiendo los que sientes…”
4. Háblale en primera persona
No es lo mismo decir: “Siempre dejas la habitación desordenada y no me ayudas en nada, todo lo tengo que hacer yo” que “me disgusta ver la habitación desordenada. Me gustaría que entre todos podamos colaborar en la casa”
En muchas ocasiones nos dirigimos a ellos expresando nuestro malestar o sentimientos con una pregunta o frase impositiva que provoca que la otra persona reaccione contestándonos mal o no contestándonos. Para evitar este malestar, usa los mensajes en primera persona (yo) en lugar de mensajes en segunda persona (tú). Los mensajes en segunda persona hacen que el adolescente se sienta acusado, herido, culpable. En cambio, los mensajes en primera persona permiten expresar sentimientos sin herir a nadie.
Me siento (emoción) porque (el motivo concreto y claro) y me gustaría (qué cambio esperáis).
5. Evita las negaciones
Di quiero en lugar de no quiero. Procuremos usar lo menos posible la negación NO.
6. No seáis preguntones
Las preguntas presionan y señalan al otro con el dedo.
En lugar de decir: ¿Cómo volverás a casa? Digamos, “Me gustaría saber si ya has pensado cómo volver a casa”
Si recomponemos nuestras preguntas en frases afirmativas, evitaremos entrar en discusiones interminables sobre temas que nada tiene que ver con el motivo de la discusión.
7. Llegad a acuerdos
Para ello es necesario ofrecer varias soluciones, dejando que ellos sean los que decidan y adquieran el compromiso, la responsabilidad de cumplir, y mostrarle que confiamos en que harán lo más correcto.
Me gustaria saber si eres mamá?,
Me gustaria saber si eres mamá?,