Dislexia:
Es una de las causas más frecuentes de fracaso escolar y afecta entre un 10 y un 15% de la población escolar.
La dislexia se caracteriza porque las adquisiciones del individuo, en el ámbito de la lectura, la escritura y el deletreo, están muy por debajo del nivel esperado en función de su inteligencia y de su edad cronológica.
El diagnóstico siempre debe realizarlo un especialista, pero hay unos signos de alarma que nos pueden ayudar a detectarlo:
- Las letras y números están desordenados y cambiados de lugar.
- Las letras están puestas en direcciones diferentes, al revés, o de cabeza.
- Las letras y palabras parece que se mueven en la página, hacia arriba o hacia abajo.
- Algunas letras similares y números pueden parecer la misma; es incapaz de distinguirlas (b/d, p/q, o/c).
- Incapacidad de poner letras juntas y pronunciar palabras.
- Problemas memorizando o reconociendo letras, números, palabras y sonidos –la repetición no tiene efecto.
- Palabras enteras pueden verse como si estuvieran al revés, o mezcladas.
Discalculia:
Es la dificultad en el aprendizaje de las matemáticas, es el equivalente de la dislexia para el lenguaje escrito. La discalculia afecta entre un 3-6% de la población infantil. Es más difícil de diagnosticar. El diagnóstico de la discalculia se realiza a partir de los resultados obtenidos en la exploración neuropsicológica, en la que además de evaluar las capacidades numéricas y de cálculo, se evalúan otras funciones cognitivas, como la memoria, la atención, las capacidades visuoperceptivas y visuoespaciales y las funciones ejecutivas.
En España, es un trastorno poco diagnosticado y desgraciadamente pasa muchas veces inadvertido. Un fracaso continuado en las matemáticas, sin que haya dificultades en otras materias, puede ser un signo de alarma.
Trastorno de la expresión escrita:
Suele aparecer muy relacionado con problemas de lectura (dislexia) y/o cálculo (discalculia). Aparece cuando la habilidad para la escritura está muy por debajo de la que cabría esperar para la edad cronológica y el coeficiente intelectual del niño.