La ansiedad se define como una reacción emocional ante un peligro o una amenaza percibida, ya sea imaginaria o real. Sentir ansiedad es algo normal y no es perjudicial; ante una situación de alarma, el cuerpo nos prepara para la acción y se suceden una serie de cambios a nivel físico y psicológico. La mayoría de las personas la sienten antes o después de un acontecimiento estresante (hablar en público, un examen, una pérdida afectiva, un cambio de domicilio, la pérdida de un empleo).
La ansiedad se diferencia de ansiedad infantil y de la ansiedad en un adolescentes.
El problema aparece cuando la sensación de ansiedad toma una dimensión tal que limita al sujeto en sus actividades diarias. Se considera que la ansiedad es desadaptativa cuando es una respuesta de miedo intensa, acompañada de preocupación e inquietud que expresamos con respuestas fisiológicas (palpitaciones, respiración acelerada, sudoración…), cognitivas (preocupación, inseguridad, sensación de incapacidad, de pérdida de control…) y conductuales (paralización motora, hiperactividad, conductas de evitación…).
Clasificación de los trastornos de ansiedad según el DSM V TR:
Crisis de Angustia (ataque de pánico) (si)
Agorafobia (si)
Fobia específica (si)
Fobia social
Trastorno obsesivo-compulsivo
Trastorno por estrés postraumático (si)
Trastorno de ansiedad generalizada (si)
Crisis de Agunstia
Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos:
1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
2. sudoración
3. temblores o sacudidas
4. sensación de ahogo o falta de aliento
5. sensación de atragantarse
6. opresión o malestar torácico
7. náuseas o molestias abdominales
8. inestabilidad, mareo o desmayo
9. desrealización, sensación de irrealidad o despersonalización (estar separado de uno mismo)
10. miedo a perder el control o a volverse loco
11. miedo a morir
12. parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
13. escalofríos o sofocaciones
Estos son los criterios descritos en el DSM V TR. Un ataque de pánico, es una vivencia bastante impactante. Quien lo ha sufrido, lo sabe. A veces aparece solo, aislado, pero la mayoría de veces va asociado a otros trastornos de ansiedad como la agorafobia. De hecho cuando haces un diagnóstico de crisis de ansiedad o ataque de pánico, debes especificar si es con o sin agorafobia.
Agorafobia
Los criterios para el diagnóstico de agorafobia según el DSM V TR son:
A. Aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el caso de aparecer una crisis de angustia inesperada o más o menos relacionada con una situación, o bien síntomas similares a la angustia, puede no disponerse de ayuda. Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con un conjunto de situaciones características, entre las que se incluyen estar solo fuera de casa; mezclarse con la gente o hacer cola; pasar por un puente, o viajar en autobús, tren o automóvil.
B. Estas situaciones se evitan (p. ej., se limita el número de viajes), se resisten a costa de un malestar o ansiedad significativos por temor a que aparezca una crisis de angustia o síntomas similares a la angustia, o se hace indispensable la presencia de un conocido para soportarlas.
C. Esta ansiedad o comportamiento de evitación no puede explicarse mejor por la presencia de otro trastorno mental como fobia social (p. ej., evitación limitada a situaciones sociales por miedo a ruborizarse), fobia específica (p. ej., evitación limitada a situaciones aisladas como los ascensores), trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., evitación de todo lo que pueda ensuciar en un individuo con ideas obsesivas de contaminación), trastorno por estrés postraumático (p. ej., evitación de estímulos relacionados con una situación altamente estresante o traumática) o trastorno de ansiedad por separación (p. ej., evitación de abandonar el hogar o la familia).
A pesar de que existen dos tipos de diagnóstico de la agorafobia en función de la existencia o no de crisis de pánico previas (agorafobia con o sin historia de crisis de pánico) lo cierto es que los casos de agorafobia sin historia previa de crisis de pánico son muy infrecuentes. En tales casos, es común que a pesar de que los afectados no hayan sufrido una crisis de pánico ellos mismos, hayan oído hablar de ella o la hayan observado en otras personas.
Una persona con agorafobia, a lo que realmente teme es a la imposibilidad de escapar o recibir ayuda en caso de que sea necesaria. Por lo tanto, las situaciones pueden variar entre unos pacientes y otros.
Las más frecuentes son:
• Miedo a estar solo en casa
• Miedo a estar en la cola del cine
• Temor a perder el control en un lugar público (restaurante, trabajo,..)
• Medios de transporte de los que no puede salir (avión, metro, coche,..)
• Lugares lejos de casa…
Si la agorafobia no es tratada, la persona puede llegar a quedarse en casa y no salir en meses o años.
Tratamiento
La terapia cognitiva conductual, ha mostrado ser muy efectiva. Pero hay otras técnicas que también han demostrado funcionar muy bien como el mindfulness por ejemplo. En el teu espai, disponemos de profesionales cualificados para aplicar la técnica que mejor le vaya al paciente. No siempre las mismas cosas funcionan igual para todos. El tratamiento no va a ser una línea recta, hay recaídas y aunque algunos piensan que es una patología crónica, si se diagnostica a tiempo y se trata correctamente suele desaparecer.
En algunos casos, deben usarse también psicofármacos.
Fobia especifica
A pesar de que los pacientes con fobias son plenamente conscientes de que estos miedos son totalmente irracionales, a menudo se encuentran con que afrontar, o incluso solo pensar en tener que enfrentarse al objeto de sus miedos, lleva asociado un estado de ansiedad muy intensa e incluso la posibilidad de vivir un ataque de pánico. En la mayoría de ocasiones, las personas que sufren una fobia no buscan tratamiento para superarla, ya que lo que hacen es adaptar su vida evitando el contacto con los objetos, animales o situaciones que les puede provocar dicha ansiedad. En general, no suelen querer realizar terapia porque piensan que el tratamiento les someterá a altos grados de ansiedad, sin embargo, las terapias actuales suelen estar resueltas en pocas sesiones y con unos niveles de estrés bajos.
Trastorno por estrés postraumático
El trastorno de estrés postraumático (PTSD) es un trastorno que puede padecer cualquier persona de cualquier edad, después de haber vivido un hecho traumático (como una guerra, un huracán, una violación o un accidente grave por ejemplo) o de ser testigo de un hecho que le sucede a otra persona. La respuesta de ansiedad y estrés que se vive en el momento del suceso es revivida una y otra vez por la persona, generando gran malestar y la imposibilidad de llevar una vida normal. Es verdad que no todas las personas que viven un suceso traumático padecen después un PTSD, como en la mayoría de trastornos hay una predisposición a padecerlo (aunque todavía no se sabe bien en que consiste dicha predisposición, puede ser haber padecido algún otro hecho traumático, haber padecido algún trastorno de ansiedad previo,…)
Criterios diagnósticos DSM V TR
A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que han existido 1 y 2:
1. la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno (o más) acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás
2. la persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. Nota: En los niños estas respuestas pueden expresarse en comportamientos desestructurados o agitados
B. El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de una (o más) de las siguientes formas:
1. recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. Nota: En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma
2. sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento, que producen malestar. Nota: En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible
3. el individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo (se incluye la sensación de estar reviviendo la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios disociativos de flashback, incluso los que aparecen al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños pequeños pueden reescenificar el acontecimiento traumático específico
4. malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
5. respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
C. Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma), tal y como indican tres (o más) de los siguientes síntomas:
1. esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático
2. esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
3. incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
4. reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas
5. sensación de desapego o enajenación frente a los demás
6. restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor)
7. sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal)
D. Síntomas persistentes de aumento de la activación (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como indican dos (o más) de los siguientes síntomas:
1. dificultades para conciliar o mantener el sueño
2. irritabilidad o ataques de ira
3. dificultades para concentrarse
4. hipervigilancia
5. respuestas exageradas de sobresalto
E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y D) se prolongan más de 1 mes.
F. Estas alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Tratamiento
Por suerte, en la actualidad, hay tratamientos psicológicos muy efectivos como las técnicas cognitivo- conductuales
y el EMDR. En nuestro centro contamos con especialistas en estas técnicas.
Trastorno de ansiedad generalizada
Criterios diagnósticos según el DSM V TR:
A. Ansiedad y preocupación excesivas (expectación aprensiva) sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades (como el rendimiento laboral o escolar), que se prolongan más de 6 meses.
B. Al individuo le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación.
C. La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes:
Nota: En los niños sólo se requiere uno de estos síntomas:
1. inquietud o impaciencia
2. fatigabilidad fácil
3. dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
4. irritabilidad
5. tensión muscular
6. alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño no reparador)
D. El centro de la ansiedad y de la preocupación no se limita a los síntomas de un trastorno; por ejemplo, la ansiedad o preocupación no hacen referencia a la posibilidad de presentar una crisis de angustia (como en el trastorno de angustia), pasarlo mal en público (como en la fobia social), contraer una enfermedad (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), estar lejos de casa o de los seres queridos
(como en el trastorno de ansiedad por separación), engordar (como en la anorexia nerviosa), tener quejas de múltiples síntomas físicos (como en el trastorno de somatización) o padecer una enfermedad grave (como en la hipocondría), y la ansiedad y la preocupación no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno por estrés postraumático.
E. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
Se da más en mujeres que en hombres y suele aparecer sobre los 30 años. Aunque hay muchos niños (cada vez más) que la padecen.
Tratamiento
El tratamiento es largo, entre 6 meses y un año, pero los resultados son buenos. En muchos casos, debemos combinar tratamiento psicológico y farmacológico sobre todo si hay asociada también una depresión.
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