Estos días los medios de comunicación hablan de este síndrome por activa y por pasiva. Y es que afecta a un 10% de los adultos que vuelven al trabajo después de un período de vacaciones. Volver a la rutina nos cuesta y sufrimos síntomas como ansiedad, tristeza, pero sobre todo lo que sentimos es cansancio, apatía, falta de concentración y somnolencia. Estos cuatro son los signos más destacados.
Vamos a verlos detenidamente:
1. Cansancio
Parece que las vacaciones no han hecho su función y nos sentimos más cansados que antes de empezarlas. Pero es un cansancio, como yo suelo decir, psicológico y que no se va con descanso. Responde más a una adaptación a la rutina y a los nuevos horarios. Solo necesita tiempo para ir menguando
2. Apatía
Sentimos pocas ganas de hacer cosas, una sensación de indiferencia y de falta de fuerzas. Es nuestra respuesta a la adaptación.
3. Falta de concentración
4. Somnolencia
Hay que adaptarse al horario. Madrugar provoca somnolencia siempre. Así que poco a poco tendrás que habituar a tu cuerpo a irse a dormir temprano para poder levantarte sin esa sensación de sueño que te va a acompañar todo el día.
¿Qué podemos hacer para combatir el síndrome postvacacional?
- Vuelve a la rutina de manera gradual. Si puedes permitirte trabajar menos horas los primeros días, hazlo.
- No te exijas el 100% porque no lo puedes dar. Si te pones más objetivos de los que vas a ser capaz de asumir, te estrenarás y echarás más leña al fuego. Toma consciencia de que no puedes darlo todo cuando tu concentración está fallando.
- Mantén algo de las vacaciones en los primeros días, como salir por la tarde a tomar algo a una terraza o ir a cenar fuera. Pequeños caprichos que no harán que rompas de manera drástica con el ritmo vacacional. Encuentra momentos en tu día a día en los que puedas hacer tus cosas favoritas y esto lo puedes mantener durante todo el año 😉
- Intenta regularizar tu ritmo de sueño. Hay que combatir el cansancio. En verano nuestras pautas de sueño cambian, nos vamos a dormir más tarde y no madrugamos. Ahora debemos recuperar el buen hábito para poder rendir al día siguiente. Si lo haces unos días antes de empezar a trabajar, mucho mejor.
- Haz deporte. Septiembre es un buen mes para plantearse retos. En esa lista debe aparecer algún tipo de deporte. Te ayudará a sentirte bien y segregarás esas endorfinas que tanto necesitas para combatir la apatía.
- Planea alguna escapada para el fin de semana. Así recargarás pilas y tendrás alguna ilusión
- Fíjate en lo bueno. Agradece lo que tienes. Un buen trabajo, una familia, tu casa, tus amigos, tu tiempo libre….Antes de irte a dormir agradece tres cosas de tu vida, hazlo desde el corazón y cada noche agradece tres cosas diferentes. Te sentirás afortunado por lo que ya tienes y centrará tu mente en lo positivo.
- Y por último recuerda que este síndrome pasará. Suele durar una o dos semanas. Después estarás al 100% y sin darte cuenta volverán de nuevo las vacaciones. Todo pasa, tanto lo bueno como lo malo, todo pasa y nada dura para siempre.
Mireia Navarro explica más detalles sobre síndrome postvacacional
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