Preguntas y respuestas sobre la ansiedad
¿Qué es la ansiedad?


La ansiedad no es más que una respuesta de nuestro sistema nervioso autónomo ante situaciones que son percibidas como peligrosas o amenazantes. Por lo tanto, es una respuesta adaptativa que nos ha servido para preservar nuestra especie de los peligros del entorno, durante miles de años.
La ansiedad tiene una función clara y es la de advertir y activar al organismo ante situaciones de riesgo, de manera que estemos preparados para dar la mejor respuesta ante una amenaza. Esta respuesta puede ser de ataque, de huida, de evitación, de búsqueda de seguridad o de sumisión.
La respuesta de ansiedad está compuesta por tres aspectos:
• Cognitivos: anticipaciones amenazantes, evaluaciones del riesgo, pensamientos automáticos negativos, imágenes, etc.
• Fisiológicos: activación de diversos centros nerviosos, particularmente del sistema nervioso autónomo, que implica cambios vasculares, respiratorios, etc. Responsable de las palpitaciones, sudoración, temblores,…
• Motores y de conducta: inhibición o sobreactivación motora, comportamiento defensivo, búsqueda de seguridad, conducta evitativa, sumisión o agresividad.
Lo que está claro es que es una respuesta necesaria para el buen funcionamiento del individuo, gracias a ella evitamos situaciones o lugares peligrosos, procuramos no llegar tarde al trabajo, plantamos cara a diferentes conflictos, nos preparamos para un examen, etc.. De hecho, para desempeñarnos bien, es necesario un cierto estado de alerta o activación psicológica y fisiológica.
Son muchos los investigadores que han estudiado la relación entre el nivel de activación psicofisiológica del organismo y la capacidad de individuo para desenvolverse de una manera eficiente. En general se considera que el mejor rendimiento se consigue con niveles medios de activación.
¿Cuándo la ansiedad se considera un problema?
La ansiedad sería considerada un trastorno, cuando la respuesta alcanza niveles muy altos ante situaciones de muy poco contenido amenazante. Ya sea porque la persona interpreta situaciones neutras como peligrosas o porque su respuesta ante situaciones de un nivel de amenaza bajo es muy alta. Su nivel de activación es tal, que interfiere en la vida personal, social y laboral del individuo y limita su libertad de movimientos y opciones personales. Generando sufrimiento e incapacitación.
Dentro de los trastornos de ansiedad, encontramos diferentes subtipos que determinarán en gran medida el tipo de tratamiento que se deberá usar para que sea efectivo. Mas información sobre nuestra terapia de ansiedad en Santa Coloma
Según el DSM IV TR son:
• Trastorno de angustia con agorafobia.
• Trastorno de angustia sin agorafobia..
• Agorafobia (sin trastorno de angustia). Sería una fobia a lugares donde escapar puede resultar difícil o donde sea imposible encontrar ayuda.
• Fobia específica (animales, a volar, a nadar, a la sangre, al dentista..)
• Fobia social (ansiedad ante situaciones sociales o actuaciones en público)
• Trastorno obsesivo-compulsivo (aparición de obsesiones y/o compulsiones)
• Trastorno de estrés postraumático (ansiedad y reexperimentación de acontecimientos altamente traumáticos)
• Trastorno por estrés agudo.
• Trastorno de ansiedad generalizada.
¿Qué síntomas tiene la ansiedad?
La ansiedad aparece con sensación de miedo o malestar intenso y normalmente va acompañada de síntomas físicos como:
1. Palpitaciones
2. Sudoración
3. Temblores
4. Sensación de ahogo
5. Sensación de atragantarse
6. Opresión en el pecho
7. Náuseas
8. Inestabilidad, mareo o desmayo
9. Sensación de hormigueo en brazos o piernas
10. Escalofríos o sofocaciones
11. Dolores de cabeza
12. Tensión muscular
13. Insomnio
No necesariamente se deben dar todos, ni mucho menos, de hecho cada persona tiene unos síntomas que le aparecen más que otros y síntomas que nunca ha tenido.
Junto a estos síntomas físicos, suelen aparecer también síntomas psicológicos como:
1. Inquietud
2. Sensación de agobio
3. Sensación de amenaza o peligro
4. Ganas de huir o atacar
5. Inseguridad
6. Sensación de vacío
7. Desrealización (sensación de irrealidad)
8. Despersonalización (sensación de estar separado de uno mismo)
9. Miedo a perder el control o a volverse loco
10. Dificultad para tomar decisiones
11. Miedo a morir
12. Impaciencia
13. Imposibilidad de relajarse
14. Sentimientos de inferioridad
También aparecen síntomas conductuales:
1. Evitación de las situaciones temidas
2. Fumar, comer o beber en exceso
3. Intranquilidad (movimientos repetitivos, rascarse, tocarse,…)
4. Ir de un lado para otro sin una finalidad concreta
5. Llorar
6. Quedarse paralizado..
La prevalencia de los trastornos de ansiedad es alta, siendo uno de los trastornos más frecuentes en los centros de psicología. Son muchos los que piden ayuda y muchos los que sufren estos síntomas sin saber que lo que tienen es un trastorno de ansiedad y los van sobrellevando como pueden y soportando, a épocas mejor y a épocas peor, niveles muy altos de ansiedad.
Si un trastorno de ansiedad se diagnostica a tiempo, el tratamiento es mucho más corto y efectivo.
El problema se presenta cuando llegan a terapia personas con síntomas que empezaron hace muchos años y que ahora le imposibilitan llevar una vida normal en muchos aspectos. Es aquí donde el tratamiento va a ser más largo y complicado.
¿Todas las personas con este trastorno sufren ataques de ansiedad?
No, no todos sufren ataques de ansiedad, aunque son bastante frecuentes. Un ataque de ansiedad es muy llamativo y genera un gran malestar. La característica general es la aparición brusca y temporal de intenso miedo o malestar, alcanzando su máxima expresión en unos diez minutos. La persona sufre al menos 4 de los síntomas descritos anteriormente y sobre todo tiene una sensación de peligro o de muerte inminente y una necesidad urgente de escapar.
¿Qué podemos hacer para calmarnos?
1. Practicar la respiración profunda: es muy frecuente que una persona con un ataque de ansiedad hiperventile. Respira profundamente, de manera que el aire no llene los pulmones sinó tu barriga y luego exhala el aire lentamente hasta quedarte sin aliento. Estas respiraciones no deben superar a las 8 por minuto.
2. Utiliza distracciones: Cuenta del 100 al 0 de 3 en 3 o recita tu poema favorito. Será muy efectivo sobre todo cuando hayan pensamientos negativos que alimentan tu ansiedad.
3. Practica la relajación muscular progresiva: Es una técnica de relajación que consiste en tensionar y relajar cada grupo muscular de tu cuerpo. Mantén la tensión durante 10 segundos y después relaja, presta atención a las sensaciones de tu cuerpo. Empieza por las manos, los brazos, los pies, los muslos, los glúteos, el cuello, la frente, la mandíbula …
4. STOP: intenta detener los pensamientos que te producen ansiedad y sustituirlos por pensamientos de cosas que te traen paz y tranquilidad.
5. Utiliza la imaginación guiada: Es otra técnica de relajación que consiste en pensar en lugar que te haga sentir relajado, puede ser tu casa, la playa o estar en brazos de una persona, lo que sea. Debes imaginar la escena vívidamente, con todo sus detalles: olores, sonidos, colores, sensaciones,…
6. Escribe tus sentimientos: Escribe lo que sientes, lo que temes y por qué crees que sientes la ansiedad. Te ayudará a distraer tu atención y a analizar tu ansiedad.
7. Haz algo: Distrae tu cuerpo y tu mente con algo: limpia, escucha música, dibuja, llama a un amigo, haz cualquier cosa que te mantenga ocupado y que te haga disfrutar
8. Incluye el ejercicio físico en tu vida: el ejercicio físico suave te ayudará mucho a relajarte: andar, hacer yoga, nadar,…liberará endorfinas que te harán sentir mucho mejor.
9. Consulta a un psicólogo: Es, sin duda, la mejor opción cuando se padece un trastorno de ansiedad. Él te enseñará a relajarte, te enseñará a usar las técnicas de relajación descritas anteriormente, a distraer tus pensamientos y, lo más importante, a controlar tu ansiedad.
¿Los niños pueden tener ansiedad?
Los estudios muestran unas tasas de prevalencia de trastornos de ansiedad en la infancia de entre el 8.9% y el 15.4%, basándose en la combinación de diagnósticos.
Los miedos constituyen un factor casi constante en el transcurso del desarrollo humano. La aparición de la ansiedad en los niños, lejos de constituir un rasgo patológico, indica una evolución en la que podemos observar la conciencia que el niño va adquiriendo acerca de su propia individualidad, de sus limites y de sus recursos. El registro de aquello que pueda resultar peligroso es una adquisición evolutiva fundamental.
Como pasa con los adultos, la ansiedad aquí también tiene su función. La aparición de miedos en la infancia es normal: de los 6 a los 18 meses aparecen los temores a la oscuridad y a lo desconocido, también aparece la ansiedad de separación (sobre los 8 meses). En la segunda infancia aparecen miedos a animales (lobo), monstruos, fantasmas, soledad…
A partir de los 7 años, ya se van pareciendo más a los miedos adultos, temores acerca del rendimiento escolar y deportivo, miedo a la muerte, a los ladrones,…
Pero estos temores desaparecen cuando el niño evoluciona y el nivel de sufrimiento del niño es normal.
¿Cuándo la ansiedad o el miedo de mi hijo/a no es normal?


Cuando el miedo dura más de lo normal y es mucho más intenso. Cuando el miedo es desadaptativo: el niño sufre, llora mucho, se queda paralizado, evita. Cuando deja de hacer las cosas que le gustan como ir al parque con sus amigos porque hay un perro. Los miedos evolutivos se les pasan, tienen miedo a la oscuridad pero si les acompañas o les das una linterna que puedan encender por la noche, en unos días desaparece.
Decimos que un niño tiene un trastorno de ansiedad cuando las manifestaciones de la ansiedad son muy intensas e interfieren en el desarrollo normal de su vida.
Si tu hijo evita situaciones que le gustan por culpa de su miedo, se bloquea, llora o siente un gran malestar, es muy probable que tenga un trastorno de ansiedad. Pero lo mejor, como siempre, es acudir a un especialista.
Los trastornos de ansiedad en la infancia se clasifican como los trastornos de los adultos, la diferencia es que los síntomas son más somáticos (dolores de cabeza y de barriga) y suelen aparecer más llanto, berrinches e inhibición. Hay un trastorno de ansiedad que es específico de la infancia:
* Trastorno de ansiedad por separación: la característica principal de este trastorno es una ansiedad excesiva vinculada al alejamiento del hogar o de aquellas personas a las que el niño/a está vinculado (padre, madre, abuelos,..). Trastonos de ansiedad infantiles
Si crees que tienes alguno de los síntomas de ansiedad descritos o tu hijo/a podría tener algún trastornos de ansiedad, no dudes en ponerte en contacto con un especialista. A veces la solución está mucho más cerca de lo que creemos y tenemos mucho menos que perder, de lo que podemos llegar a ganar.
Muchas gracias por los sabios consejos otorgados en esta página, me han dado una gran ayuda.
Felicidades.
Muchas gracias por compartir este artículo, me ha parecido muy útil y completo. La verdad es que creo que aprender a identificar nuestra ansiedad, es un paso fundamental para comenzar a trabajar en superarla. ¡Un saludo!