Centro de Psicología y Logopedia Santa Coloma de Gramenet
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¿QUÉ HACER ANTE UN NIÑO QUE NO COME?
Por Victoria Montoro
En muchas casas con hijos/as la hora de las comidas puede ser uno de los momentosmás conflictivos del día, sobre todo si el niño no quiere comer bastante, si come solo algunos alimentos o se hace eterno el momento de comer delante del plato.
¿POR QUÉ NO COME NUESTRO HIJO?
Cuando un niño deja de comer puede que nos esté explicando sin palabras algunas dificultades de adaptación en su vida o que algo anda mal. En determinadas edades no saben o no pueden expresarnos cuando quieren conseguir algo importante para ellos o cuando quieren llamarnos la atención.
La mayoría de las veces, este problema se resuelve de forma espontánea pero en algunos casos hemos de buscar maneras de solucionar este problema.
HEMOS DE TENER EN CUENTA QUE :
Es absolutamente normal que hayan niños que comen menos que otros y por lo tanto no hemos de comparar entre hermanos, primos y amigos.
También es normal que algún niño pase por algún tiempo de inapetencia, siempre y cuando este no sea excesivamente largo.
Generalmente es el pediatra que el que tranquiliza a los padres descartando que no padezca ninguna enfermedad y a la vez teniendo en cuenta que éste se sitúe dentro de la normalidad las estadísticas de tallas y peso.
Siempre los padres deben mantener la calma ya que a veces el nerviosismo de estos puede hacer dificultar más la hora de comer.
OS PROPONEMOS UNA SERIE DE ORIENTACIONES PARA AYUDAR EN ESTOS MOMENTOS.
Un buen método para mejorar la actitud ante las comidas es que ellos mismos ayuden a prepararlas y así se involucran en el tema, ya puede ser ayudar a ir a comprarlos alimentos, pelarlos o decorar el plato.
Comer juntos todos los integrantes de la familia y al ser posible sin ver la televisión ni jugar con juguetes, ya que así se favorece la comunicación entre ellos.
Hacer de la comida un momento placentero, evitar los castigos y las broncas y a poder ser surjan momentos de distensión y tranquilidad.
Involucrar a toda la familia en las responsabilidades de este momento. Es decir, intentar que todos ayuden a poner y quitar la mesa, recoger, fregar, etc.. Así se fomentará responsabilidades de orden y ayuda mutua entre la familia.
Hemos de tener en cuenta que los padres han de ser un modelo de conducta correcta para sus hijos, así mismo hemos de actuar como tales: comportarnos hablando bajito, comernos toda la comida, recoger etc. Es más efectivo el ejemplo y la observación que decir las cosas de palabra mil y una vez.
Para que sea más agradable podemos intentar decorar los platos de manera graciosa y atractiva y variar las comidas para que no se les haga pesado comer muchas veces o de manera consecutiva los mismos alimentos. Todos los sentidos han de motivar al hecho de comer y en que esto sea un placer. Los platos bien preparados y presentados pueden ayudar a potenciar el apetito, se come por los ojos e incluso el color de los alimentos puede ayudar a motivar las ganas de comer.
Como sabemos los niños tienen que comer de todo y variado, no es buen método preguntar que quieren comer, en todo caso podemos preguntarle entre dos opciones ya que así nos aseguramos que su dieta es equilibrada.
Es conveniente introducir alimentos nuevos de forma gradual. Si el niño rechaza alguna comida se puede introducir en la dieta con otro alimento que le guste más o modificar su textura para lograr que lo acepte más fácilmente como por ejemplo macarrones con carne y verduras…
Si el problema radica en la cantidad de comida es preferible ponerle menos cantidad pero que se lo coma todo y si quiere más que pueda repetir.
La dieta variada estimula el apetito y favorece hábitos alimenticios correctos para la edad. Debe incluirse cada día, alimentos de todos las clases y en la proporción adecuada. Una idea puede ser informarse de los menús de las escuelas para no repetir las comidas y a la vez complementarlos en el hogar.
Favorecer la práctica de actividad física con deporte suele ayudar a aumentar el apetito y a la vez las relaciones sociales y el desarrollo psicológico y motor.
Es importante recordar que la alimentación es un hábito y como todos los hábitos se han de ir incorporando poco a poco.
ES RECOMENDABLE:
Comer siempre en el mismo lugar
Comer a horas fijas
No picar entre horas
Fomentar que los niños coman solos desde pequeños, fomentando así su autonomía
No comer solo lo que les gusta
Es importante también distribuir la comida en 5 tomas, eso sí, si el niño no come en una comido se tendría que esperar hasta la siguiente con el fin de no dificultar los horarios. Por ello, es importante evitar que coma entre horas.
Si todo esto genera muchos problemas podemos realizar un menú semanal para toda la familia. Escribirlo ayudará a que se hagan cambios y modificaciones para adaptarse y se conozcan los gustos.
Muchas veces el niño no quiere comer debido a la atención que recibe por no comer. Nuestra actitud aquí es muy importante por eso os recomendamos que:
Ignorar esta situación, es decir, no prestarle atención ni hacer comentarios negativos.
En cambio, felicitarle y prestarle toda nuestra atención cuando coma y no cuando no lo haga.
Tener un reloj donde se indique cual es la hora de finalizar la comida o la cena y una vez finalizado el tiempo, retirarle el plato.
No es conveniente, tampoco, hablar con otras personas de que nuestro hijo no come bien cuando él esté allí.
Como hemos visto, os recomendamos que sobre todo se mantenga una actitud tranquila y relajada y así se logrará que el momento de comer sea un lugar placentero para todos los miembros de la familia.
Psicóloga de profesión (núm. colegiada 15560 del COPC). Con más de 15 años de experiencia en psicología especializada en Infanto-Juvenil y miembro del equipo del Teu Espai.
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