MI HIJO CONSUME, ¿QUÉ PUEDO HACER?

La adolescencia y el consumo de drogas llegan muchas veces de la mano. Es normal que en esta etapa se experimente con sustancias y se pruebe el alcohol, el cannabis o incluso la cocaína y las denominadas nuevas drogas psicoactivas.

De la experimentación a la adicción hay un recorrido, lo que nunca se sabe es en qué momento paso de ser un consumidor a ser un adicto, la línea que lo separa es muy fina y cuesta mucho reconocerla.

Primero hay un uso esporádico y muy relacionado con el ocio, luego se pasa a un uso más continuado y al final la necesidad de consumo hace que vaya dejando todo lo que me gustaba y dedique más y más tiempo y recursos a drogarme.

¿De qué depende que se pase del abuso a la adicción?

Hay muchos factores que predisponen a una persona a acabar siendo adicto a las sustancias. Son factores tanto biológicos como ambientales:

1. Trastornos asociados como ansiedad, TDAH, depresión, etc..

        Las personas que padecen algún tipo de trastorno mental, tienen más predisposición a tener problemas de adicción. Son varios los motivos, por ejemplo el uso de la sustancia como automedicación, una persona que siente ansiedad y se toma una cerveza que le calma el malestar, tiene más probabilidad de seguir tomando alcohol cada vez que sienta ansiedad. También es muy conocido y extendido el uso del cannabis para las personas con problemas de sueño.

2. Riesgo genético:  aunque sea complejo entender todos los genes que pueden estar asociados, en un artículo reciente, los autores revisaron los datos disponibles, identificando hasta 1500 genes relacionados con las adicciones en humanos (Genética de las adicciones, Ángela Ibáñez Cuadrado).Es frecuente encontrar antecedentes familiares de adicción o de otros trastornos mentales en personas adictas. Además hay una alta correlación entre adicción y ciertos rasgos de personalidad como son la asunción de riesgos y búsqueda de nuevas sensaciones. La impulsividad es también un factor determinante porque no se piensa en las consecuencias del consumo.

3. Soledad y/o relaciones personales conflictivas: un adolescente que se sienta solo, que no se sienta aceptado por su grupo de iguales o que tenga relaciones personales conflictivas con la familia o de pareja, va a tener más predisposición.

4.Desempleo o dejar los estudios: demasiado tiempo libre y escasas motivaciones pueden llevar también a un aumento del consumo y por lo tanto a un mayor riesgo de engancharse.

5. Escasa disciplina y supervisión de los padres : un estilo educativo negligente en casa puede propiciar una mayor libertad para consumir.

¿CÓMO SABRÉ QUE PASA DE CASTAÑO A OSCURO?

• Ha desmejorado su aspecto personal, tiene ojeras, nariz irritada, se cubre los brazos.
• Frecuenta un nuevo grupo de amigos y se niega a dar detalles de quiénes son y qué hacen.
• Muestra cambios de conductas en sus horarios de llegada, falta a clases o a sus actividades de rutina.
• Pierde interés por los estudios u otras cosas que antes le interesaban. Tiene conductas irresponsables.
• Muestra alteraciones en su carácter habitual, tiende al aislamiento, permanece demasiado tiempo en el baño. Está más inquieto/a y/o irritable.
• Ha empezado a tener gastos extras y se enreda para justificarlos con mentiras y excusas. Miente más que habla.

¿QUÉ PUEDO HACER COMO PADRE?

“María y Javi entraron en mi consulta muy angustiados, su hijo de 15 años había llegado a casa drogado y tuvieron una gran pelea. No se podían creer que su hijo se pusiera tan agresivo con ellos y al final llamaron al 112 porque no pudieron controlar la situación.

Y ahora no saben qué hacer, cómo ayudar a su hijo. Piensan que ya no tiene solución, que es culpa suya por no haber estado más atentos y que han perdido a su hijo para siempre.”

Estos pensamientos no les ayudaban en nada, solo generaban más angustia, miedo y por lo tanto paralización.

1. LA CHARLA

Lo primero que hay que hacer ante una situación de consumo es no perder los nervios y no pensar que es lo peor de lo peor. Si tu hijo llega drogado a casa, lo mejor es evitar el conflicto, en esas circunstancias, porque pueden llegar a ponerse muy agresivos.

Dejaremos la conversación para mañana, evitando así una situación de descontrol.

Al día siguiente, no iniciaremos la conversación con reproches o gritos, ni culpando al adolescente “con todo lo que hemos hecho por ti y mira cómo nos lo pagas” porque entonces no nos dará la información que necesitamos. Pondrá un muro y dejará de ser una conversación para pasar a ser un monólogo, un sermón paternal de descarga emocional que no me lleva a ningún sitio.

Lo que necesitamos saber es qué ha consumido, desde cuando lo toma, con qué frecuencia….queremos saber si es un uso, un abuso o una adicción. Esto es lo que nos importa.

Aprovecharemos para decirle que estamos totalmente en contra del consumo de cualquier tipo de drogas.

2. LA PREVENCIÓN

Si estamos ante un uso esporádico, buscaremos la prevención, charlas para adolescentes que traten estos temas (hay asociaciones que tienen grandes planes de prevención para adolescentes), les explicaremos lo que le pasó a un amigo que teníamos que consumía, cómo empezó consumiendo al salir de fiesta y cómo acabó drogándose todos los días. Las historias de personas que han pasado por eso son de gran ayuda. Empezaremos a controlar ciertas cosas: el dinero, en qué se lo gasta, no vamos a financiar su consumo. Si encontramos drogas en su habitación las tiraremos sin concesión. Y le advertiremos que si vuelve a llegar drogado a casa, las medidas de control serán más drásticas.

Al final, las veces que llega drogado a casa es un termómetro de su nivel de adicción. Si el adolescente ya no es capaz de controlar cómo llega a casa, es que el problema se está intensificando.

Es importante que los padres estemos informados sobre las drogas que hay y sus efectos. Hay cursos online de proyecto hombre que nos pueden ayudar mucho.

3. LA ADICCIÓN

Si nuestro hijo ya ha traspasado la barrera del abuso, habrá pocas cosas que podamos hacer, pero muy importantes. También dependerá del adicto (que tome conciencia de enfermedad) y de los profesionales que lo puedan tratar.

No debemos olvidar que la adicción es una enfermedad. ¿Verdad que tu no medicas a tu hijo cuando está enfermo? ¿Ni lo operas de las amígdalas?. Pues tampoco podréis sacarlo de una adicción vosotros solos. Se necesitará la ayuda de profesionales.

Muchas veces, hasta que el adicto no se ve metido en el pozo, no reacciona. Por eso, por mucho que nos cueste, debemos facilitar que viva en primera persona todas las consecuencias del consumo:

• No pagues las deudas. No financiaremos su consumo de ninguna de las maneras.
• No conviertas tu casa en su hotel. Si no llega a la hora que cenamos todos, no cena o se lo prepara él/ella. No lavarle la ropa si no deja de salir por la noche. El concepto es, si tu te drogas, nosotros no te apoyamos, pierdes tus privilegios en esta casa. En casos graves, la solución puede ser echarlo de casa.
• No pagues sus cosas. No les compraremos tabaco si fuman (porque están sin dinero por gastarlo en drogas) o la entrada al cine para ir con un amigo especial (aunque nos lo suplique y sepamos que es un amigo que no consume). Tiene que sufrir las consecuencias de gastarse todo su dinero en drogas, y las consecuencias son que no le queda dinero para todo lo demás.
• No vayas a buscarlo. Si nos llaman porque se han quedado sin dinero en medio de la nada y no pueden volver a casa, dejaremos que sufran las consecuencias y que se vengan andando o se cuelen en el tren.
• Déjale claro que tendrá todo el apoyo de la familia el día en que decida dejar de drogarse. Todo este apoyo que hemos retirado, se lo devolveremos sin condiciones el día que nos diga que está decidido/a a dejarlo.

Sé que hacer todo esto no es nada fácil, pero es muy importante que el adicto tome conciencia de su nivel de adicción y la única manera es a través de las consecuencias de su consumo. Si yo le pongo algodones y lo sobreprotejo, no va a vivir en primera persona todo esto y alargaré más su proceso, dándole más tiempo a la droga para convertirlo en más adicto aún.

Para llevar mejor todo este proceso, lo ideal es dejarse asesorar por un buen equipo de profesionales y el día que decida dejarlo, poneros en sus manos. El camino será largo y aunque tenga la voluntad de salir, esa voluntad flaqueará en muchos momentos, por eso necesita ayuda profesional.