Cuando hablo con los padres en nuestros encuentros, todos sin excepción han vivido alguna situación de tensión en sus vacaciones con niños y es que no es tan fácil como parece.
Aquí os dejo algunos consejos que os pueden servir para disfrutar de unas vacaciones en familia:
Elige bien el destino
Lo importante no es dónde ir en un sentido geográfico, lo importante es dónde ir para que todos disfrutemos de nuestros momentos. El lugar elegido debe tener cosas tanto para los peques como para los padres y cosas para hacer en familia. Se trata de pasar tiempo juntos pero también debemos disfrutar de actividades para todos. Viajar a varias ciudades europeas en cinco días, no es un viaje para hacer en familia, ir a una o dos ciudades europeas que además tengan algún parque de atracciones o excursiones en bici, sería una mejor opción. Debemos adaptar las vacaciones a las características de nuestra familia (niños muy pequeños o adolescentes o uno de cada…)
Quítate el reloj
Lo primero que hago en vacaciones es quitarme el reloj. No quiero prisas, ya corremos el resto del año. Si debes coger un avión, vete con tiempo. Los niñ@s no entienden de prisas, necesitan su tiempo para salir de casa y si no quieres llegar tarde y hecho un manojo de nervios, deberás tener en cuenta esto: el tiempo del niñ@ no es igual al del adulto, es mayor. Ell@s necesitan el doble que tú para salir de casa, así que tenlo presente. Si viajas en coche, necesitarás hacer más paradas y armarte de paciencia. Haz del camino el principio de tus vacaciones y empieza a disfrutarlo desde el trayecto.
No quieras hacerlo todo
Es frecuente que al llegar a un lugar nuevo quieras verlo todo, pero recuerda que en vacaciones hay que dejar atrás el estrés. Si te marcas demasiados destinos, cansarás a los niñ@s y ell@s te lo harán saber, con sus rabietas, sus malas caras o enfrentamientos. No hay que verlo absolutamente todo. Yo siempre digo que es bueno dejarte algo por ver para así tener una excusa para volver. Está bien visitar cosas pero también está bien jugar a pelota, ver volar una cometa o comerse un helado durante dos horas. El secreto está en el equilibrio.
Romper rutinas
Las vacaciones son tiempo de romper con los horarios y las rutinas de todo el año. Pero cuidado, en niños muy pequeños, esto puede ponerles nerviosos. Es conveniente que mantengan una estructura para sentirse seguros. Lo importante de romper rutinas es saber ser flexibles. Si nos hemos pasado dos horas de su hora habitual de comer y ahora tiene más sueño que hambre, debemos dejar que duerma, ya comerá luego. No pasa nada por hacerlo todo más tarde, recuerda que no hay prisa. Si por el contrario, cambio horarios pero soy inflexible, vendrá la pelea, porque intentaré que coma sea como sea, sin tener en cuenta que se ha pasado su hora de comer.
Toma conciencia de cómo se siente
Es importante saber ver cuando nuestros hij@s están cansados, tienen sueño o están aburridos. Hay que saber detectar cuando vienen curvas. Si están muy cansados te pueden liar un cirio en cualquier momento, si nos damos cuenta a tiempo podemos prevenirlo o al menos entenderlo. Si están aburridos empezarán a incordiar, por ejemplo, durante el viaje o esperando el primer plato en un restaurante. Usa juegos tradicionales, como el veo veo, adivinanzas, cuentos, inventa historias,…haz que ese rato les resulte agradable. Recuerda que lo que importa es disfrutar en familia y cualquier momento puede ser bueno.
Disfruta como un niñ@
Deja de ser adulto por una vez y disfruta como lo hacen los niños. Sin obligaciones, sin preocupaciones, céntrate en el momento, en el aquí y el ahora como si no existiera nada más en el mundo. Así es cómo se disfruta de verdad la vida, saboreando los pequeños momentos, como hacen los niños, sin pensar en nada más que en lo que están haciendo en ese instante.
No te preocupes por tonterías
El clima, la comida, si comen o no comen, si hoy llueve… Si comen peor en vacaciones no pasa nada, un exceso de patatas fritas en verano no es una catástrofe. Si hoy llueve es una oportunidad para jugar a juegos de mesa o de tumbarnos en la cama a hacernos cosquillas. ¿Cuánto tiempo hace que no te tumbas con tus hij@s sin hacer absolutamente nada? Te sorprenderá lo divertido que puede llegar a ser.
Dos palabras clave: tiempo juntos
Hemos venido a disfrutar, a pasar tiempo juntos y ese debe ser nuestro principal objetivo. Con esto en mente, verás como todo es distinto. Cada momento vale, todo cuenta.
Practica la paciencia
Con niñ@s esta es la clave, ten paciencia, no quieras que lo hagan todo ya y a la primera. Espera, el aprendizaje requiere un tiempo. No seas exigente, no estés constantemente riñiéndolos. Es tiempo de ser más flexible, un poco menos exigente pero sobre todo más paciente.
Vayas donde vayas, llévate la sonrisa puesta
. Date un capricho
Busca un momento para ti, para hacer algo que te guste. Si tu te sientes bien, lo transmites. Si en tus vacaciones, solo te dedicas a los demás, acabarás sintiéndote mal contigo mismo. Todos necesitamos un capricho, nuestro pequeño espacio. Haz eso que tanto te gusta, no pasa nada por ser un poco egoísta unos minutos al día.
Deja una respuesta