El orden es esencial para el aprendizaje y el desarrollo de todas las personas pero sobre todo de los más pequeños.
Ser ordenado genera seguridad, ayuda a organizarse y organizar los aprendizajes y conocimientos que vamos adquiriendo día a día y ayuda a entenderlos.
Desde bien pequeños sería ideal enseñarles a ser ordenados, pero ¿CÓMO LO PODEMOS HACER?
- Realizar un horario para los hábitos diarios: higiene, sueño, comidas que sea igual para todos los días aunque haya cierta flexibilidad en periodos vacacionales o fin de semanas.
- A ser posible sería bueno que cada miembro de la familia tenga un espacio personal y que cada uno sepa cuál es su lugar. Su trozo de armario, sus cajones para la ropa, para los juguetes, donde jugar y guardar sus cosas personales.
- Según la edad, pero sobre todo para los más pequeños es importante que todo lo imprescindible esté a su altura y que puedan llegar a ello y así no necesitará la ayuda de sus padres o hermano mayor para cogerlo y fomentaremos la autonomía
- Ordenar los juguetes y las cosas personales siempre en un mismo lugar y en un orden lógico
- Todos los miembros de la familia deberían realizar alguna tarea del hogar adaptada a su edad.
- Enseñar a guardar también es imprescindible, es decir, siempre que cambiemos de actividad deberíamos guardar lo que se ha realizado primero.
Para todo ello es necesario establecer horarios y rutinas para fomentar los hábitos. Los niños necesitan saber que va a pasar después ya que esto genera seguridad en ellos. Es decir establecer un tiempo para las comidas, para el juego y el sueño entre otros.
El orden establecido genera autonomía ya que saber dónde cada uno guarda y tiene sus pertenencias propicia que ellos solos puedan llegar a ellos y no tengan que pedir ayuda constantemente.
Y sobre todo felicita a tu hijo a cada muestra que veamos de va siendo más ordenado y responsable.
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